Siempre que voy a una ciudad donde hace buen tiempo intento que hagamos las entrevistas en la calle. ¡Hace tan buen tiempo aquí en Barcelona! Me encanta.
De hecho, ‘In This Light And On This Evening’ dice “London’s become the most beautiful thing I’ve seen”, así que quería preguntarte, ¿cuáles son las ciudades más bonitas que has visitado o que te gustaría visitar?
Tengo la suerte de haber podido visitar la mayoría de lugares que he querido visitar. Y una de las que más me gusta es Tokio. Es una de las ciudades más impresionantes que hay, sobre todo de noche, con las luces rojas brillando sobre de los edificios altísimos... Es muy misteriosa. ¿Has visto Lost In Translation? Pues, aunque parezca un poco cliché, es exactamente así. Es un lugar maravilloso. Y, por otro lado, Barcelona lo tiene todo: un clima muy bueno, un casco antiguo fantástico, lugares interesantes que ver, la playa... Todo lo que uno podría querer en una ciudad.
Y qué prefieres, ¿Europa o Estados Unidos?
Creo que Europa. A ver, nos gusta ir a Estados Unidos a tocar. Siempre nos lo pasamos muy bien allí, los conciertos son geniales, especialmente en las ciudades más grandes: Seattle, Los Ángeles, San Francisco, Nueva York... También Chicago, probablemente mi ciudad favorita en los Estados Unidos. Tiene un aire antiguo, puedes sentir toda su historia, la mafia y todo eso...
Cambiando de tercio, me gustaría que habláramos sobre el giro que ha tomado vuestra música. Tom ha explicado en alguna ocasión que ha sido por vuestra propia salud mental, que ya no podíais volver a hacer un disco tradicional con guitarras. ¿Cómo es eso?
Bueno, en realidad lo intentamos. Escribimos canciones y nos surgían ideas bastante similares a las de “An End Has a Start”, pero acabábamos los ensayos aburridos y poco motivados. Así que nos dimos cuenta de que necesitábamos un tiempo, una distancia, para probar otras cosas, otros instrumentos, intentar componer de una manera diferente. Y entonces Chris y Tom empezaron a enseñarnos cosas basadas principalmente en sintetizadores, y eso nos abrió una nueva atmósfera: enseguida empezaron a salirnos un montón de cosas.
Y, de todas las direcciones que podríais haber tomado, ¿cómo os decidisteis por este tipo de música, electrónica, oscura y con sintetizadores?
Fue principalmente Chris, que decidió dejar de lado la guitarra porque sentía que todo lo que le salía se parecía a algo que ya habíamos hecho antes. Entonces empezó a trabajar con sintetizadores y, una vez teníamos ese sonido sintético, queríamos ir más allá: empezamos a usar voces procesadas por ordenador, baterías programadas... Queríamos usar el mínimo de instrumentos “de verdad” posibles.
Flood ha sido vuestro productor en “In this light and on this evening”. ¿Cuál ha sido su papel en este nuevo sonido de Editors?
Ciertamente, este nuevo cambio de dirección apunta a un sonido más industrial. Os pone más en la onda de estos artistas que mencionas o incluso de New order, y ya no tanto Joy Division o Interpol. ¿Han cambiado vuestras influencias para este álbum?
Más bien han crecido. Además, ya no nos inspiramos sólo en música, sino también mucho en el cine.
¿Terminator, por ejemplo?
Sí, exacto, ese tipo de cosas. Algo mucho más vasto. Y cuando componíamos para este disco, e incluso cuando estábamos grabando, pensábamos en imágenes. Como si fuera la banda sonora de esos fotogramas que teníamos en la cabeza. Y es una manera interesante de trabajar, porque de esa forma no te obligas a que la canción tenga una estructura fijada: un principio, un nudo y un final, y lo puedes interpretar de una manera diferente, moverte en diversas direcciones. En cualquier caso, sí, la gente nos seguirá comparando con grupos, es algo inevitable... Pero al menos nos comparan con grupos muy buenos, lo cual es genial.
Dentro de todos estos cambios, uno que creo que ha pasado más inadvertido es la ampliación de registro vocal de Tom. En algunas canciones, como por ejemplo ‘Eat Raw Meat’ se ha atrevido con un registro mucho más agudo al habitual en él. ¿Ha sido algo premeditado o sólo lo que cada canción necesitaba?
Creo que las dos cosas. Necesitaba forzarse a hacerlo, retarse a ampliar su registro. Y estoy muy orgulloso de él porque se ha convertido en un frontman mucho más seguro de sí mismo. Al principio le daba un poco de miedo, pero Flood le animó a hacerlo, incluso cuando Tom se sentía incómodo o fuera de su rango vocal o incluso ridículo, Flood le decía “eso es interesante” o “inténtalo, tú puedes”.
¿Cuál es tu canción favorita del álbum?
Bueno, es difícil elegir, porque me gusta mucho cómo funciona como álbum en conjunto. De hecho, es interesante porque en nuestra web tenemos una encuesta para saber la canción favorita de la gente, y no hay una ganadora clara. Normalmente siempre hay alguna canción que piensas que va a gustar más que el resto, pero en este álbum parece que todas están muy igualadas, y eso es un halago. En cualquier caso, mi canción favorita ahora mismo seguramente es ‘The Big Exit’. Me gusta mucho tocarla en directo.
Es una de mis favoritas también, junto con ‘Eat Raw Meat’.
Lo de ‘Eat Raw Meat’ es curioso porque la primera versión que hicimos no era ni la mitad de interesante que el resultado final. De hecho, estuvimos a punto de no meterla en el disco. Pero Flood nos dijo “escuchad esos acordes, escuchad ese gancho que tiene”. Y la desnudamos del todo y volvimos a empezar. Y así nos topamos con la actual manera de interpretarla, que realmente funciona. Y menos mal que la encontramos, porque probablemente es la canción más fuerte del álbum.
¿Dónde ves a Editors en diez años?
Emmmm... Estoy prácticamente seguro de que seguiremos haciendo discos. Eso espero. Quiero decir, no hay nada que me haga pensar que no lo estaremos. Nos lo pasamos bien, nos sentimos muy creativos ahora mismo. Queremos seguir haciendo giras y conociendo lugares maravillosos, y las giras se sustentan en buenos álbumes. Así que seguiremos ahí.
Esta entrevista es el artículo principal del número de enero de Inzona
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