jueves, 25 de febrero de 2010

Her Only Presence - A brand new start

Decir que Luis Cifré es el hombre orquesta se quedaría corto. Cifré, o lo que es lo mismo, Her only presence, es el espíritu independiente elevado a la máxima potencia. Tan independiente es que lleva tres discos haciéndoselo todo él solito: composición, voz, instrumentos, producción, mezcla e incluso edición en su propio sello Promise! Promise! Y además, qué diablos, lo hace de maravilla. Su tercera entrega, “A brand new start”, viene cargada de emotividad lo-fi e intensidad folk. “Okay” abre el disco y marca el que será el tono general, con unas baterías programadas up-tempo, guitarras acústicas y melodías vocales bonitas y rasgadas que recuerdan a los madrileños Autumn Comets. Y a ese esqueleto, Luis le va dando cuerpo ahora con una harmónica, ahora con unos teclados, ahora con un amago de 8-bit, pero sin perder nunca el Norte, donde habita gente como The Appleseed Cast o Damien Rice. Y si todo esto no te convence, siempre puedes rendirle tus respetos por titular al último tema “Last year for Halloween she was a whore”. Grande.


Puedes encontrar esta reseña en el número de febrero de Go Mag

"Conquista de lo inútil" de Werner Herzog


Poco después de haber estrenado su última película “Teniente corrupto”, se edita “Conquista de lo inútil”, primera aventura literaria del director alemán Werner Stipetic, más conocido como Werner Herzog. Fundador del llamado Nuevo cine alemán, Herzog funde con maestría ficción y realidad en historias en las que la figura del antihéroe adquiere tintes eminentemente reflexivos. “Conquista de lo inútil” nace del diario que el alemán escribió durante el rodaje de Fitzcarraldo, esa especie de tesis sobre la locura filmada hace ya veinticuatro años. No obstante, estas 300 páginas poco tienen que ver con el proceso de rodaje. Como el mismo autor advierte: “Estos textos no son un informe de rodaje –éste apenas se menciona–, y son un diario sólo en el sentido más amplio. Se trata de otra cosa: más bien paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla. Pero tampoco de eso estoy seguro”. ¿Un viaje por el delirio de la mano de Herzog? Yo me apunto.


Podrás leer este texto en el número de marzo de H Magazine


miércoles, 24 de febrero de 2010

Hockey @ La [2] de Apolo, 18/2/2010

Hockey sólo se marcaron un objetivo cuando empezaron a tocar: hacer música con la que la gente se lo pasara bien. Y, a juzgar por lo que vivimos en su concierto en La [2] el pasado jueves, pueden darse por más que satisfechos. Cierto es que la sala no estaba ni a media bandera (Barcelona es muy moderna, pero sigue a la cola de Europa en cuanto a afluencia a espectáculos entre semana), pero los que estábamos, no paramos de bailar ni un segundo. Era como si La [2] hubiera viajado en el tiempo y nos halláramos en medio de una fiesta improvisada en algún momento de la década de los ochenta. En poco más de una hora, los de Portland repasaron todos los temas de “Mind Chaos”, y le sumaron dos nuevos, que el público recibió con el mismo devoto entusiasmo. Enfundado en una camiseta cuatro tallas más grande y con un pendiente de pluma, Ben Grubin sonreía y enrollaba y retorcía el cable del micro en sus brazos mientras escupía versos deslavazados en una suerte de rap, para luego dar rienda suelta a un vozarrón que en el disco apenas se intuye. En definitiva, uno de esos grupos que en estudio molan y en directo enamoran.



Podrás encontrar esta crónica en el número de marzo de Go Mag


Cycle - Sleepwalkers

Si tu cantante posa en bolas para Interviú, si tardas cuatro años en sacar tu segundo disco y además la promoción es prácticamente nula (¿alguien se había enterado de que Cycle han sacado disco hace más de medio año?), tienes bastantes números para que la gente no te tome demasiado en serio. Con estas premisas, “Sleepwalkers” lo tiene difícil para agradar a las minorías y más difícil todavía para llegar a las mayorías, que ya los han olvidado. Por suerte, no nos hemos perdido demasiado. El segundo esfuerzo de Cycle presenta once versiones más de la receta original, añadiéndole un punto más furioso, más agresivo. Por mucho que se empeñe David Kano en puntualizar que “Weak on the rocks” era más electro/break y éste más tecnoide (sic), lo que percibe el oyente medio es un “Weak on the rocks II”. Y no sería algo necesariamente negativo si no fuera porque han pasado 4 años y hemos tenido ocasión de escuchar aventuras más cerdas (Peaches), más industriales (NIN, “In this light and on this evening” de Editors) y más frescas (We Are Standard). Con todo, algún tema como “You talk too much” tiene unos sintetizadores y un ritmazo que te hacen olvidar por un momento todo esto. Por lo demás, ni bueno, ni malo, ni todo lo contrario.


Puedes encontrar esta reseña en el número de febrero de Go mag

martes, 23 de febrero de 2010

First Aid Kit y la sensatez adolescente

First Aid Kit no es el nombre más original del mundo ni el más definitorio. Prueba de ello es que bajo este nombre coexistan tantas bandas y tan diversas como un grupo barcelonés de electrónica, un conjunto indie canadiense, un quinteto postpunk de Connecticut y una banda rock de, ojo, Indonesia. Y este dúo sueco que aquí nos atañe, claro.



Klara y Johanna Söderberg son hermanas y, como habréis deducido por las imágenes, son muy jóvenes: tienen solamente 16 y 19 añitos y presentan un debut desgarrador y amargo como pocos. Pero “The big black and the blue” no es amargo en plan adolescente emo, sino amargo en plan “la vida pesa pero yo estoy dispuesta a llevarla con una sonrisa en la cara, siempre y cuando me dejes contarte de qué va todo esto”. Y todo esto son historias de amas de casa que deben abandonar a sus maridos, cuentos de amores sofocantes, de obligaciones emocionales, de rupturas inevitables, de traiciones que van más allá de lo físico... Al fin y al cabo, de los oscuros callejones en los que desemboca la vida del ciudadano medio en algún momento entre los treinta y pocos y los cincuenta y muchos. ¿Que cómo son capaces de contarlo con semejante vividez estas dos adolescentes nórdicas? Ésa es la duda y el encanto que han puesto en carne viva las yemas de los dedos de media crítica mundial. Probablemente sus gustos musicales tengan algo que ver en esa sensibilidad por los problemas de la vida adulta y por el folk maduro y madurado. La lista la encabeza su adorado Conor Oberst, seguido de cerca por Ryan Adams, Elliot Smith, Joanna Newsom, Johnny Cash, Neil Young o Leonard Cohen; sin olvidar a los Fleet Foxes, por supuesto, influencia y talismán, con cuya versión de “Tiger mountain peasant song” consiguieron más de un millón de visitas en Youtube y cierta atención mediática. Pero lo que me encanta de estas chicas es que, pese a demostrar un buen gusto y un saber hacer envidiable a su edad, no reniegan de su pasado ni pretenden que creamos que escuchaban Björk cuando tenían 3 años. Klara y Johanna admiten orgullosas haber empezado en esto de la música cantando a Britney y a Christina Aguilera por los karaokes de su barrio del sur de Estocolmo. ¡Pues muy bien, claro que sí! ¡Basta ya de niños emos que crecen escuchando Portishead! ¡Que la infancia está para cantar “Baby one more time” a grito pelao en el coche de tu padre!



Pero a lo que íbamos: tanto el EP “Drunken trees” como su primer álbum, “The big black and the blue”, son discos bonitos, con melodías folk dulcísimas que se presentan con inocente sencillez y con sus voces angelicales titilando como luces reflejadas en un lago de noche. La crudeza amateur del EP se lima ligeramente en el álbum, cuyo primer número, “In the morning”, es un a capella que pone las cartas sobre la mesa: estas chicas tienen mucho que decir y poca necesidad de adornarlo. Aquí lo esencial es la voz y la emoción, la sensación de fragilidad, el olor a pino recién cortado, algún acorde menor y la necesidad vital de seguir viviendo o imaginando historias para seguir contándolas. “It's one life and it's this life and it's beautiful". Yo no lo hubiera dicho mejor.



Puedes encontrar este artículo en el número de febrero de H Magazine


miércoles, 17 de febrero de 2010

Tachenko - Os reís porque sois jóvenes

Puedo decirlo sin embudos: éste es el mejor trabajo de Tachenko. Yo no sé si son las mezclas de Alfonso Ródenas (ganador de un Grammy), la masterización de Joe Gastwirt (Brian Wilson, Paul McCartney), o que ocho años ya son suficientes para escapar de la eterna sombra de El Niño Gusano. La cuestión es que estos zaragozanos han conseguido el disco que se merecían y que llevaban años forjando en su tamiz mental, que diría Sergio Vinadé. “Os reís porque sois jóvenes” tiene, para empezar, un título brutal, que suena entre amenaza y cachondeo. Para seguir, lo de siempre pero mejor: melodías limpias sin nada que las empañe, sin nada que oculte que esto es pop, pop luminoso, descarado y sin complejos (algo nada fácil en un país en el que parece que haya que pedir perdón por hacer música que entre a la primera).


Lo mejor de todo es que a estos cuatro se les ve con la misma ilusión del principio y, claro, por simple mimética a uno se le dibuja una sonrisa en la cara al escuchar este álbum. Además, aquí lo más parecido a una balada es el último tema, “Las flores del mal”, y ya os avanzo que no va a acabar con vuestras reservas de kleenex. Lo demás son todo temas que van desde el pop saltarín, encabezado por el “ah ah ahahah ahahahaaaah” contagiosísimo de “Escapatoria”, hasta los ritmos que galopan a lo Lori Meyers en “Tírame a un volcán”. Hay incluso un deje épico en la forma en que los acordes se van dejando caer en “Compañeros del metal”. Pero la verdad es que todas las canciones tienen su qué, y seguro que va a haber una gran pluralidad de favoritas entre los oyentes. “El respland’Or” tiene unas armonías vocales brillantes, “Vámonos” suena a final glorioso de película, los violines de “La resistencia” ponen los pelillos de punta, “Sombras, tormentas” arrasa con la fuerza de su estribillo y el inicio tarantinesco de “Decisiones justas” se ve rematado por un simple y devastador “no esperes decisiones justas, porque no las tomaré”. Y si hablamos de letras, hay que destacar “El peligro”: “No tengo nada que decir / tan sólo traigo estrellas para ti / mientras miras de perfil / para qué fingir / sabes que esto acaba aquí”, porque si han de dejarte, que te regalen al menos unas cuantas estrellas para minimizar el daño.


Otra cosa que sigue conservando el cuarteto es esa capacidad para crear canciones 100% tachenkianas; las escuchas y desde la primera nota sabes que las han parido ellos. Así que si ya eras fan de Tachenko, “Os reís porque sois jóvenes” te encantará, y si todavía no lo eres, este disco te convertirá a su culto de pop vitalista y melodías inmaculadas. Y si, con todo, eres de los que esperas a que vengan de fuera a reconocernos lo propio, sírvate de garantía que el mismísimo Micah P. Hinson los escogiera hace unos meses como banda de acompañamiento para su mini-gira española.


Puedes encontrar esta crítica en el número de febrero de Go Mag

martes, 16 de febrero de 2010

The Strange Boys: valiente honestidad

Estos jovenzuelos de Austin prácticamente dejaron el cole para dedicarse a la música. No es de extrañar que su última adquisición, Seth Densham, los acabe de abandonar para volver a la escuela: “Estoy triste pero lo entiendo y lo respeto, cada uno tiene su vida y ha de hacer lo que cree correcto”, me confiesa Ryan Sambol, guitarrista y portavoz del grupo. “Cuando empiezas tan joven, haces cosas diferentes al resto de gente de tu edad: grabas, estás por ahí en bares...”, sigue explicando Ryan, que sólo tenía 15 añitos cuando se unió a Matt Hammers para formar el dúo punk The Strange Boys. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, tanto que ni hacen ya punk, ni Matt Hammers sigue en el grupo, que tras esa primera etapa ha llegado a incorporar hasta cinco miembros más. Lo que no ha variado es el nombre de la banda, y eso que Ryan ha intentado cambiarlo de todas las maneras posibles. Hasta logró titular a un EP The Strange Boys will now forever be known as The Martin Luther Kings”. “No es que no me gustara el nombre, porque no está mal y funciona, pero, no sé, quería cambiarlo”. Y la verdad es que el nombre no es para tirar cohetes, ni es demasiado representativo, ya que lo que estos chicos presentan en su segundo álbum, “Be brave”, es garage rock de toda la vida pero con medios de los años 2000.


“Antes solía decir que la música, cuanto más vieja, más buena. Pero ya no lo creo. En los últimos años han salido discos muy buenos, y eso es porque son muy sinceros. Y ser honesto o no depende de las personas, más que de las épocas”. Esa honestidad tiene mucho que ver para Ryan con olvidarse de la pose y pasárselo bien haciendo música. En ese sentido, uno de los grupos a los que más admira Ryan es Black Lips, con los que ha compartido escenario en diversas ocasiones, además de una obvia afinidad musical. “Son muy agradables y les encanta pasárselo bien. Y los conciertos están para eso, para divertirse. Si tú te estás divirtiendo, seguramente el público también lo haga”. Tan salvajes son los directos de The Strange Boys, que en ocasiones hasta le dejan los instrumentos al público. “Da igual que destrocen las canciones. Sobre el escenario no existen los errores.”. Lo que sí que le parece un error es que los comparen con el recopilatorio garage “Nuggets”: “En los artículos siempre citan esta referencia, pero me parece demasiado facilona, además, la mayoría de sus canciones son muy malas”. Tras esta reflexión, Ryan se queda unos instantes pensativo y se despide con un sabio y escuetowell, you know... be brave”.


Puedes encontrar este texto en el número de febrero de Go mag

Razzmatazz '09 remezclado por Dj Amable

A día de hoy, pocos dj’s han demostrado una destreza comparable a la de Amable a la hora de mezclar el rock con la electrónica. Ésa es, en gran medida, la gracia de sus sesiones: que es capaz de pincharte Pixies con una base de Hot Chip sin despeinarse. Eso, y su capacidad para congregar a cientos de incondicionales en la pista de RazzClub noche tras noche, claro. Este recopilatorio es la visión personal de Amable de los 52 fines de semana del 2009. Unos fines de semana repletos de grandes descubrimientos –The XX, Passion Pit, The Big Pink, The Pains of Being Pure at Heart-, consagraciones –The Horrors, Phoenix-, épica –“Luna” de Fanfarlo- y bailoteo despreocupado a raudales –Empire of the Sun. Sin olvidar la pequeña división nacional, que en esta ocasión viene encabezada por dos grandes: Love of Lesbian y Delorean. ¿Que a este CD le faltan bastantes temazos del 2009? Cierto. Pero eso no quita que sea una apuesta segura para poner en tus fiestas y que nadie se quede sentado.


Puedes encontrar esta crítica en el número de febrero de Go Mag

lunes, 15 de febrero de 2010

Delphic - Acolyte

Después de protagonizar las listas de “ones to watch for 2010”, este cuarteto de Manchester presenta su álbum debut, repleto de beats, sintetizadores, texturas, infinidad de capas y buenas melodías. Y, claro, tanto buzz añade una injusta expectación a la ya suscitada por singles de la categoría de “Counterpoint” o “This momentary”. Por si eso fuera poco, Delphic tienen un problema añadido, y es que a la gente que busca pop le pueden parecer demasiado machacones y a los que buscan electrónica, demasiado suavitos. No obstante, temones como “Doubt” harán las delicias de los primeros, mientras que los amantes de la electrónica no podrán negarle unas cuantas reproducciones a “Remains” o “Acolyte”. Precisamente los nueve minutos de “Acolyte” constituyen el núcleo duro de este disco, pasando de una melancólica intro instrumental a unos sintetizadores dream y beats con regusto al techno de Berlín, donde, por cierto, se ha grabado el disco. Que sí, que recuerdan a New Order, y a Fischerspooner, e incluso a Klaxons, pero lo hacen con jeta y elegancia. Y, qué queréis que os diga, a mí me han convencido.


viernes, 12 de febrero de 2010

Two Door Cinema Club - Tourist history

A veces lo que a uno le pide el cuerpo son canciones cortas, directas y despreocupadas, que te incrusten una sonrisa en la boca y te arrastren a la pista de baile. Si estás en ese punto, éste es el disco perfecto. Diez temas de apenas tres minutos cada uno conforman el debut en formato largo de los norirlandeses Two Door Cinema Club. “Tourist History” coge un poquito de la bailabilidad de Passion Pit, los juegos de guitarras de Foals y la inmediatez de los Bloc Party del “Silent alarm”, y lo convierte en una ráfaga de hits que pondrá patas arriba cualquier fiesta que se precie. Los más destacables, dos temas que ya conocíamos: “I can talk” y “Something good can work”, que apuntan las dos direcciones que tomará el álbum (una más bailonga y desenfrenada, otra más dulce y afrobeat). Los restantes 25 minutos transcurren sin sobresaltos, para bien o para mal. La fórmula es fresca, es divertida y funciona, ahora sólo tienen que encontrar la manera de no pasar a la historia como “los chicos de “I can talk”.


Esta crítica la puedes encontrar en el número de febrero de Go Mag

miércoles, 10 de febrero de 2010

Fanfarlo o cómo obtener el hype que mereces

En estos días de crisis la mejor forma de encontrar trabajo es ir con una carta de recomendación bajo el brazo. Y si tu trabajo es la música, pocas firmas van a darte más lustre en el currículum que la de David Bowie. Si además, en el bando de las minorías de culto, te apoyan los mismísimos Sigur Rós, entonces ya vas a ser el hype del momento. Pero no aprovecharon vilmente esa popularidad Fanfarlo para juntar unas cuantas canciones y encasquetarle al personal un disco de recortes deprisa y corriendo. Al contrario, Fanfarlo decidieron ir sacando singles y algún EP durante un par de años y mientras tanto darle el tiempo de cocción necesario a su debut, “Reservoir”. Hasta que hace unos meses decidieron que ya estaba listo y nos sirvieron estas diez canciones justo en su punto, ni demasiado blanditas ni demasiado secas. Y, encima, a un dólar y con cuatro temas de regalo. Los bloggers se volvieron locos, claro, e inundaron Google de links y elogios. Hasta aquí, la historia de cómo Fanfarlo se colaron en las listas de lo mejor del año pasado.

Pero teniendo en cuenta que esto de regalar (o casi regalar) álbumes ya lo inventaron en su momento Thom Yorke y Trent Raznor, ¿a qué viene tanto revuelo con Fanfarlo? Pues bien, Fanfarlo son algo parecido a una cópula musical entre Arcade Fire y Beirut. Y, claro, a todo el mundo le gustan las cópulas, y más si son de dimensiones tan épicas. Ahora bien, hay que advertir que en este debut la épica queda relegada a un segundo plano, en pos del intimismo y la cercanía. Porque Fanfarlo, pese a haber adoptado el nombre de la única novela de Baudelaire, no suenan tan grandilocuentes como la tribu de Win Butler. Ni tampoco tan exóticos como Zach Condon. “Reservoir” es simplemente un álbum de folk-pop bonito con trompetas, glockenspiels y mandolinas, y sin grandes pretensiones.


Poco dice la portada de lo que en el álbum vamos a hallar, con una foto en sepia de una niña con un cesto de mimbre y otra –concretamente, la hermana del cantante de Sigur Rós- cabizbaja y con una máscara horrenda. Mal rollo es poco. Y sin embargo, es éste un disco luminoso, brillante; sin tonos sepia ni oscuridades, acaso melancolía en gamas cálidas y vivas de la mano de Simon Balthazar. Y será Simon el hilo conductor en este camino de diez paradas, que empieza con el contundente ritmo de “I’m a pilot” a lo “Crown of love” de Arcade Fire, para luego conjugar un bajo casi soulero con unos vientos de lo más Beirut en “Ghosts”, y después acelerarse y decelerarse al son de trompetas y efectitos digitales en “Luna”. La más beirutesca y una de sus mejores canciones es el sexto corte, “The walls are coming down”, con un estribillo memorable adornado de preciosos toques de glockenspiel. Preciosas también son “Drowning men” y “Finish line”, donde la instrumentación es menos exótica (bajo, guitarra, piano, batería) para ceder protagonismo a la voz de Simon, esta vez más cercana a Alec Ounsworth de Clap Your Hands Say Yeah que a Zach Condon. Y así nos abandona Simon al delicioso arrullo de “Good morning, midnight”, un número acústico brevísimo que deja al oyente con esa sonrisa que se te dibuja al tumbarte en la cama con las manos entrelazadas tras la nuca al final de un buen día.



Este artículo aparece en el número de febrero de H Magazine


lunes, 8 de febrero de 2010

Cara B. Entrevista a Love of Lesbian

Un asqueroso lunes más y encima con lluvia. Maravilloso momento para quedarte en casa escuchando Cara B online y echándote unas risas mientras en las calles cae la del pulpo. Además, hoy os traemos la entrevista que le hicimos a Love of lesbian. Y, cómo no, todas las noticias y los conciertos más interesantes del momento. Y, por cierto, os vamos a dar envidia con lo bien que nos lo pasamos la semana pasada en el concierto de Backyard Babies y en el de Arctic Monkeys. Si alguien nos quiere dar envidia porque fue al de Sunn 0))) pues ya sabéis.

Y la novedad de la semana: el bueno de Dan Black ya tiene listo un nuevo EP "Weird science" y ha decidido colgarlo en su web. Aquí os dejo el primer tema, una versión del "Pass that dutch" de Missy Elliot.


Gócenlo mucho esta noche de 21 a 22h (esta vez sin sesión previa de los plastic Knives), o cuando ustedes gusten descargándoselo en www.radiodespi.com y escuchándonos en diferido.


viernes, 5 de febrero de 2010

Frightened Rabbit - The winter of mixed drinks

En la nochevieja de 2008, Scott Hutchinson, cantante de Frightened Rabbit, se encontró a Andy Monaghan en un bar y, en pleno subidón etílico, le propuso que se uniera al grupo. No es extraño, pues, que hayan titulado al disco “The winter of mixed drinks”. Al cabo de unos meses, el ex-Make Model Gordon Skene acabó de completar la formación y el quinteto se puso manos a la obra. Para este tercer álbum, Scott se inspiró en las situaciones límite, en la soledad, en sentirse perdido. Con todo, el resultado suena más optimista que sus predecesores, como si fuera una respuesta a la angustia del “Midnight organ fight”. De hecho, ya el primer tema que pudimos escuchar, “Swim until you can’t see land”, tenía en su melancólica melodía un trasfondo alegre, de superación, además de un título precioso. Destacan también otros temas como “Nothing like you”, que puede llegar a recordar a unos jóvenes Manic Street Preachers, o “Skip the youth”, con una valiente intro ruidista. Por lo demás, no hay nada que emocione al nivel de su “Keep yourself warm”, pero aún así este álbum deja claro que a estos escoceses les queda mucho que decir.


Puedes encontrar esta reseña en el número de febrero de Go Mag

lunes, 1 de febrero de 2010

Cypress Hill are back!

Tras seis años de silencio, Cypress Hill vuelven a la carga. Su nuevo disco (el octavo ya) se titulará ‘Rise Up’ y saldrá a la venta el 6 de abril. Éste será, además, su primer trabajo con Priority Records (EMI), sello que acaba de nombrar CEO a Snoop Dogg.

En él, encontraremos colaboraciones de gente tan dispar como The Alchemist, Mike Shinoda de Linkin Park, Slash de Guns’n’Roses o Tom Morello de Rage Against The Machine.

Por lo pronto, los californianos nos regalan un tema adelanto de manera totalmente gratuita. Entra en cypresshill.com, suscríbete a su newsletter y recibe en tu bandeja de entrada este ‘It Ain’t Nothin’, una verdadera gozada.



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